Laura García-Martín (Lloret de Mar, 1973) es diplomada en Magisterio por la Universitat de Girona y licenciada en Psicopedagogía por la UOC. Maestra de profesión y escritora de vocación, empezó escribiendo poemas y relatos en la adolescencia, y con apenas veinte años sus composiciones se contaban por centenares. Esta prolificidad, unida a un talento innato para expresar sentimientos, le ha valido varios premios literarios en certámenes municipales.
En abril de 2022 publicó su primera novela El firmamento en tu espalda, primera parte de una trilogía, cuya primera edición recibió un amplio respaldo, agotándose en pocos meses. La luna en tu mirada es la segunda parte de esta historia caracterizada por la frescura y el humor con que se narra y a la vez por la dureza de los temas en los que se sustenta.

La luna en tu mirada
Alexandra creía firmemente que el concepto matemático del tiempo era una gran mentira. Los minutos podían ser algo efímero o podían ser eternos porque estaban hechos de goma elástica, todo dependía de cuanto estirases de ella. A veces cuando los tensabas demasiado la goma se escapaba y te daba un latigazo justo en el centro del corazón. Ella Llevaba once meses confirmando segundo a segundo esta hipótesis.
Jon creía firmemente que la duración de cada instante era inversamente proporcional a cuanto estabas disfrutando del momento. Jamás llevaba reloj porque no soportaba tener algo en la muñeca recordándole que la vida se escapa irremediablemente, la vivas o no. Llevaba casi un año sobreviviendo en días de veinticuatro mil horas fotocopiados en escala de grises.
Alexandra había decidido dejar de dormir, la asustaba demasiado la idea de soñar de nuevo, Jon se había acostumbrado tanto a las pesadillas que ya ni siquiera le daban miedo.
Pero una noche en Berlín fue suficiente para constatar que la vida como el agua de un rio siempre vuelve a su cauce, un beso en Londres les hizo recordar que no importaba si se paraba el tiempo o estallaba el mundo, una mirada en Vilaboa, un abrazo en Los Ángeles, una sonrisa en Lloret de Mar, una promesa en Das…Si el amor no es la respuesta, quizás el destino no está haciendo la pregunta correcta, tal vez la única forma de ganar al fracaso sea plantarle cara al azar y tirar uno mismo los dados, sin escudos, sin arneses, sin chalecos salvavidas…Porque si el amor no es suficiente entonces nada bastará.
El firmamento en tu espalda
Alexandra no creía en el amor a primera vista, para ser exactos, no creía en ningún tipo de amor, tampoco creía en el destino y por supuesto no creía que existiesen los orgasmos que te dejan sin respiración, lo que sabía a ciencia cierta es que las tres cosas estaban sobrevaloradas. Ella creía firmemente que vivir en modo avión no era triste sino cómodo.
Jon no creía en el amor a primera vista, para ser exactos, creía que el amor existía para amargarte la vida, odiaba las frases motivadoras y todo lo edulcorado tanto como le gustaban las palabras contundentes, aunque perteneciesen al infravalorado registro vulgar. Él sabía por experiencia que la vida no era un anuncio de Estrella Damm, pero por fin estaba en standby y mientras siguiese así todo estaría bien.
Alexandra creía haber encontrado todas las respuestas, Jon había decidido dejar de hacerse preguntas. Hasta que aquel día tan normal y tan insípido como cualquier otro, sus miradas se cruzaron empujándoles con fuerza hacia la vida y arrasando con todas las mentiras que se habían contado a sí mismos para acallar el dolor.
Quizás el amor no sea la respuesta, quizás sea la semilla de todas las preguntas y la única forma de responderlas sea viviendo intensamente a pesar de los obstáculos, a pesar de los riesgos, a pesar de los miedos…
